sábado, 14 de agosto de 2010

Días de viaje

La realidad retumba en mis oídos, la luz me obliga ver lo que no quiero ver, pero aun así mi mente sigue perdida en un mar de colores translúcidos, de sabores ácidos, de fluidos saldos; mi lengua no quiere quedarse dentro de mi boca, quiere salir a lamer tu cara, a limpiarte los sueños, para que fluya la energía y nos lleve a extramundos y nos perdamos en ellos. Con los pies descalzos y el cielo lleno de lunas recorriendo caminos infinitos a tu lado; por días en silencio para escuchar el viento de agosto al que ya le he amarrado la música; por días de escucha para oír todo lo que sale de tu boca; por días cogidos de la mano para nunca perdernos el uno del otro y después de recorrer el camino infinito nos sentamos en algún parque a guardar la sonrisas que nos salieron en una botella y reservar un trago para cada día festivo, para los Miércoles y los Domingos y poder revivir con ese trago los días en que fuimos felices.

No hay comentarios:

Publicar un comentario