martes, 14 de septiembre de 2010

AliciHada en un cuento de hadas desalaHadas


AliciaHada, de nuevo perdida en un cuento de hadas desalahadas, va dejando huellas empantanadas de recuerdos, a lo largo de los corredores de ese laberinto infinito donde se encuentra atrapada; cada paso que deja marcado, es consumido por el minotauro, el cual se va intoxicando con cada recuerdo devorado, y en su rostro de toro empiezan a brotar rasgos de humano.

AliciaHada cada vez más adentrada más enmarañada, sin lógica ni conciencia, hipnotizada por el vacío, se va despojando de sus pieles de cebra, payaso, serpiente, bailarina, pájaro y calavera; hasta quedar con su único atuendo, de alma blanda, con el cual se vuelve más ligera y empieza a deslizarse en el aire suavemente hasta llegar frente un espejo, que es la ventana al mundo del otro lado de sus ojos.

El minotauro ya casi hombre se encuentra cada vez más cerca…

Mientras contempla detenidamente el mundo del espejo, el minotauro ya mas hombre que bestia, se para tras de ella y le susurra canciones de encanto para que se quede jugando, ella las va tarareando y él va enredando su dorado y ondulado cabello en sus sucios dedos…

Arrullada, AliciaHada cae lentamente dormida sobre los brazos del minotauro, quién la observa con deseo y no puede evitar lamerle las mejillas, las cuales se derriten en la legua como algodón de azúcar, sus dedos bordean los labios los cuales se deshacen como espuma.

Poco a poco, AliciaHada se desvanece en los brazos del minotauro, que luego se los lame como un minino, intentando consumir las pequeñas gotas ácidas que le quedan de ella; Ahora el minotauro totalmente infectado, totalmente hombre, totalmente enamorado, siente como ella se apodera de cada partícula de su cuerpo.

Al amanecer AliciaHada con cara de hada sale del laberinto con el vacío lleno y una sonrisa perfecta.


(Foto de Eugenio Recuenco)

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