Ahora su corazón era el que corría, escapaba de ella, su corazón se había convertido en la presa…
Al principio se dejó seducir, se volvió totalmente adicto a ella, a sus besos, a su piel, a los momentos junto a ella, todo era perfecto, mientras ella lo iba envolviendo en una telaraña de miel; endulzo sus días, salo sus noches, encanto su alma… cegó sus ojos, consumió sus sueños, trituro su corazón.
Lo hechizo con amor, lo encanto con historias de un futuro juntos, acostumbro su cuerpo a su piel, amarro toda su atención a los huesos de ella… y cuando ya se había adueñado de todo su ser, succiono su alma, bebió su sangre, le arranco los ojos, le saco los dientes, lamio toda su piel, le devoro la carne y por último se tragó entero su corazón.
Ella tiene un corazón muy duro que se alimenta de otros corazones, decían los niños que jugaban en el jardín de al lado, en no les creyó y toco por primera vez su puerta, ahora era lo uno que le sonaba dentro de su cabeza mientras agonizaba en su cama, mientras ella le quitaba los últimos latidos de su corazón.
lo disfrute demasiado ella debe ser una de cuantas que hacen del hombre una torpe maquina.(sigiloso entre los arbustos)
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