Ella estaba parada en el andén esperando para pasar la calle, cuando procede a hacerlo una mano coge la suya y la hala hacia un cuerpo extraño; luego unos brazos rodean todo su cuerpo y su boca se encuentra de frente con otra boca, que empieza a besarla, apasionadamente, desesperadamente, efusivamente, violentamente, como si la boca de ella fuera su aire, su alimento, su luz, su forma de sobrevivir. El beso paralizó el tráfico, el viento, el tiempo, cuando ella por fin pudo abrir sus ojos, él desapareció y en su boca sólo quedó un sabor a vodka con cigarrillo y chocolate dejando su corazón muy acelerado, soltó un suspiro se dio la vuelta y cruzó la calle.
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