domingo, 17 de enero de 2010

Benjamin y el mes de Enero



Benjamín me prestó su nombre, fuimos a la notaria e hicimos el acuerdo, me dejo usarlo en todo, menos en los gatos, ya que era alérgico, yo le dije que su nombre sabia a burbujas en la boca, a dulce y que se lo iba poner a un durazno y a una muñeca de trapo, pero en este caso sería Benjamina, mientras yo jugaba a ponerle su nombre a todas las cosas, él efectúo su plan macabro, empezó quitándole los minutos, luego las horas, luego los días y el día menos esperado, el mes de Enero había desaparecido del calendario,;llevo a mi casa galletas con chispas de chocolate para celebrarlo, nos toco sentarnos en el techo porque su nombre estaba regado por todas partes y no había lugar para hacernos, allá mientras me comía las chispas y él las galletas, me pregunto y ahora ¿qué hacemos con el tiempo? Yo un poco alterada le pregunte ¿por qué?, ¿no los has notado? Pregunto él, ¿Qué?, pues que el tiempo ahora corre más rápido y no sé qué hacer, porque primero no le avise y no se había atado los cordones y segundo, los momentos van a ser más cortos; no lo había notado, estaba muy ocupada, colgando tu nombre en todas partes, pero ahora que lo dices mira, ni me di cuenta a qué horas se nos acabaron las galletas, pues la verdad lo único que se me ocurre es que nos inventemos otro mes, pero que, si siempre habrá uno que va ser el primero, en el que todo el mundo tiene esperanzas, va a ser lo mismo, ¡no! Grite yo, para para, ¿si le ponemos un buen nombre como jugoso o estruendomania o tornasol o algo así, que desde el principio suene a algo divertido? Podría ser, pero de todas formas deberían ocurrir eventos que hagan del mes algo tan bueno que la gente se olvide de los planes, las esperanzas, el inicio, la espera, ¿y que se vuelva una tradición? Pregunte yo, ¿podemos hacer que un día se llame benja? Claro claro todo lo que tú quieras, es un mes para sentirse libres de todo, es un mes para no pensar demasiado, es para olvidarse de los deberes, las responsabilidades, es un mes para solo sentir, vivir, reír y disfrutar, yo entusiasmada por todo lo que él me decia corrí por los materiales para diseñar un nuevo calendario, le pusimos lluvia de estrellas, verano de agosto, luciérnagas, el sonido de las chicharras, molinos de viento, cerveza, pies descalzos en la hierba, cerezas, cascabeles, panderetas, rock and roll, dientes de león, atardeceres y un montón de cosas más, que nos hacían sonreír; después de haberlo terminado, nos acostamos a ver las estrellas y cuando empezó a amanecer nos dimos cuenta que estábamos en el primer día de Tornasol, porque todo, absolutamente todo era mágico.

1 comentario:

  1. Es que la sociedad y la globalizacion afecta tanto, a los de cerebro pequeño que terminan haciendo y caminando, como las tendencias que pretenden imponernos, los que realmente no respetan el pensamiento libre, de los que vivimos con los pies en la tierra

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