sábado, 9 de enero de 2010

La chica Triste


Ella siempre olía a nostalgia, su ropa, su piel, su pelo, sus besos sabían a nostalgia; su respiración era pausada, como si siempre estuviera suspirando, Con sus ojos opacos y la mirada perdida, como si su cabeza estuviese metida en un mundo de recuerdos, siempre navegando en vidas pasadas, siempre quería escapar;se me metía en el pecho tratándose de ocultar de la realidad, pasaba noches enteras sumergida en nubes de humo tratando de olvidar, tratando de colgar sus recuerdos muy lejos de ella; yo solo la consentía, me gustaba porque me dejaba acariciarle mientras se quedaba dormida. Dormida, se pasaba la mayor parte del tiempo dormida, decía que simplemente no quería estar consciente de que estaba viva; yo la distraía ella me utilizaba, nunca la vi llorar, supongo que sus lágrimas ya se habían agotado muchos días atrás, se sentaba en el balcón a desojar margaritas, a esperar el anochecer, para poderse enloquecer, trataba de tragarse el viento, porque quería llenar su vacío, pero no funcionaba, decía que nunca era suficiente, yo solo la acariciaba, cambiaba de piel muy a menudo, el pelo lo llevaba todos los días de forma diferente, me decía que quería escapar de su esencia, pero que por más que lo intentara, no lo lograba, me dijo que había inventado una máquina para cambiar de forma, que se había cambiado el nombre 234 veces, que había vivido en muchos mundos diferentes, pero que era imposible, totalmente imposible, dejar de ser, dejar de sentir… yo solo la acariciaba, no me dejo que hiciéramos planes, no me dejo pensar nunca en estar juntos, cuando trataba de hablarle de eso, ponía los Rolling Stones a todo volumen y bailaba poseída por la música hasta caer al suelo desmayada, yo solo la acariciaba…un día volví a casa y encontre su nota: Me voy a vivir dentro del mar… y ahora estoy solo con su nostalgia

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