lunes, 8 de noviembre de 2010

Maquinas traga-monedas

Un pasillo largo lleno de voces que van de un lado a otro creyendo que hacen algo importante, cuando lo que importa esta al frente de sus narices o afuera esperando ser rescatado, se han vuelto maquinas sistematizadas que lo único que les importa es ganar dinero, trabajan como locos mientras pierden sus días; en las sillas del transporte publico dejan olvidadas las pasiones y en las filas del banco sus sueños; le cogen el ritmo a una monotonía gris y los viernes en la noche salen a desahogarse en las drogas, el sexo y el alcohol; marionetas sin cara, de vida plana, bailando al mismo ritmo, ya no ven las montañas ni tampoco el cielo, no huelen el pasto ni sienten cuando algo se esta incendiando; en su camino recto saltando tropiezos llegan a ser ancianos y cuando se miran al espejo invadidos de nostalgia por no haber despertado a tiempo, se arrancan la piel y le ruegan a dios que se los lleven pronto, es la misma historia, en diferentes contextos, el mismo final y todos... destinados a repetirla...

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