viernes, 11 de diciembre de 2009

En el baúl

Doblo los meses, los días, los segundos, los recuerdos y los metió todos dentro de un baúl. El cual puso en medio del mar. Ahí había dejado ya todos esos momentos felices que se convirtieron luego tan infelices, había dejado nombres, historias, bailes, juegos, besos, ojos, lágrimas, brinquitos, letras y un montón de cosas más que no le sirven ya, que le estorbaban, que no tenían lugar, al principio tenía todo esto acumulado debajo de la piel, debajo de la cama, entre las sabanas, en los cajones, en los bolcillos, fue para ella muy complicado reunir el valor y dejar todo eso, allá, en el fondo de la nada, para que otros lo encuentren y le den vida y griten y lloren y rían y brinquen y canten y sientan y dejen de sentir, lo que ella dejo dentro del baúl es un tesoro, que a veces puede ser fatal para el alma y otras veces la puede iluminar, se deshizo de eso porque ya no la llenaba, porque simplemente esos días ya habían llegado a su fin y ella necesitaba de nuevo sonreír.

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