
Ella está sentada en una gran roca sumergiendo los pies en el agua; de repente, se asoma el reflejo de un hombre, ella lo desfigura con sus pies y reaparece con una resplandeciente sonrisa. Ella también sonríe.
Escribo porque es la respuesta al caos que me habita, escribo porque nací para ello, porque simplemente las palabras van saliendo de mis dedos, de la misma forma como el lector las va consumiendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario